- Código del Proyecto:
SU-L1058
- Líder del Proyecto:
Evan Cayetano
El equilibrio de género es un desafío para Suriname. El acceso de las mujeres a niveles superiores de adopción de decisiones sigue siendo un reto para el gobierno y el sector privado. En América Latina, las mujeres representan más de 60% de la fuerza laboral en el sector de servicios, pero en el sector hídrico este porcentaje es de apenas 19,7%. Además, las mujeres en zonas rurales se enfrentan a desafíos, tales como menores niveles de educación y limitadas oportunidades de empleo en sus comunidades, además de ser responsables del hogar y del cuidado de sus hijos y familia. La mayoría de las actividades que desempeñan las mujeres surinamesas dependen de la agricultura, pues el porcentaje de asalariadas en los sectores no agrícolas es de apenas 37,9% (PNUD, 2018). De acuerdo con un estudio reciente del Banco Mundial, las mujeres están subrepresentadas en los cargos técnicos y ejecutivos de empresas de servicios de agua y saneamiento, a pesar de ser usuarias importantes y de tomar decisiones fundamentales sobre el uso del agua en el hogar. Según datos laborales de SWM correspondientes al año 2017, de un total de 757 empleados, 80% son hombres y solo 20%, mujeres (región occidental: 40 hombres y 11 mujeres, región de Saramacca: 5 hombres y 0 mujeres, región central: 518 hombres y 135 mujeres, región de Commewijne: 5 hombres y 2 mujeres y región oriental: 37 hombres y 4 mujeres).
Para reducir las brechas de empleo, en el marco del proyecto, las instalaciones de producción que se financiarán y se diseñarán para satisfacer la demanda futura de la población y brindar a los hombres y mujeres (especialmente a las mujeres a fin de cerrar esa brecha) un acceso adecuado a los servicios en la zona beneficiaria. Asimismo, se diseñará un programa de capacitación para hombres y mujeres (especialmente para mujeres a fin de cerrar esa brecha) sobre gestión del agua de uso doméstico y plomería, que incluirá plomería, electricidad básica, conocimientos básicos de construcción, liderazgo y empoderamiento.
Las mujeres certificadas y capacitadas capacitadas podrán ser contratadas por la empresa, pero también podrán ofrecer sus servicios de forma independiente gracias a los conocimientos prácticos obtenidos.
La estrategia de recursos humanos abarcará medidas de género para fortalecer la presencia de las mujeres en la empresa, tanto en cargos ejecutivos como técnicos, a fin de contribuir a cerrar esa brecha. Incluirá:
- Temas de capacitación sobre prevención y mitigación de la violencia de género y sobre el acoso en el lugar de trabajo.
- Cuotas de participación de la mujer (la meta prevista es de mínimo 15% en todas las actividaes de capacitación).
- La elaboración de un programa de capacitación dirigido a aumentar la participación femenina en cargos de toma de decisiones, lo que incluye actividades de mentoría y establecimiento de redes de contacto, y capacitación en aptitudes de liderazgo y gestión.
- El estudio de abastecimiento de agua en el interior abarcará una evaluación de las actividades económicas con consideraciones de género