(i) la creación de un programa de responsabilidad social (responsabilidad e involucramiento con la comunidad) con acciones concretas y presupuesto, el cual incluirá: (i) un programa social para atender el problema de las pérdidas eléctricas. Para esto se propone un trabajo con las comunidades más carenciadas, y un trabajo en conjunto con al menos una organización sin fines de lucro local que actúe como la intermediaria y facilite la comunicación con los líderes y residentes de las comunidades. A medida que el programa de reducción de pérdidas pasa del diseño a la implementación, las empresas podrían contratar mujeres residentes locales para que actúen como sus "agentes” para realizar visitas puerta a puerta, educar a los clientes sobre seguridad en el uso de electricidad y sobre cómo reducir el consumo para hacer que el servicio sea más asequible, identificar posibles casos de robo, errores o problemas de facturación y presentar quejas de clientes a la empresa; (ii) una política género y plan de acción, que fomente entre otras cosas la participación de más mujeres en puestos de liderazgo dentro de EDESUR; (iii) el diseño e implementación de proyectos pilotos de uso productivo de la energía, en zonas carenciadas priorizadas por EDESUR, incluyendo planes de financiamiento para microemprendimientos ; y (iv) programa de formación técnica en energía e inserción laboral para jóvenes. El programa podrá incluir acciones para el acercamiento comunitario, auspiciar actividades sociales y deportivas en las comunidades con más altos porcentajes de perdidas eléctricas. Esto puede ser partidos de béisbol, ferias, etc. Tata Power en Nueva Delhi, India contrató a más de 800 mujeres locales de 223 barrios marginales para que actúen como enlaces de servicios públicos y aliente el pago de facturas. Como resultado, Tata vio un aumento del 183 por ciento en los ingresos en cinco años desde estas áreas con un costo mínimo para la empresa. Dado el interés y la voluntad política de parte de la Dirección de Gestión Humana en realizar un proceso de incorporación del enfoque de género en las políticas de la institución apoyado por el BID, se elaborará una política de género y un plan de acción. Entre las actividades a incluir se encuentran: revisar la forma en que se realizan las actividades de reclutamiento y la capacitación y promoción del personal de EDESUR. La Empresa ha identificado tres zonas deprimidas económicamente en las que EDESUR tiene relación: Barahona, Azua y San Juan, donde un proyecto piloto de emprendimiento productivo podría apoyar las actividades económicas de las mujeres y así contribuir a disminuir la pobreza, disminuir las pérdidas eléctricas y al mismo tiempo mejorar el relacionamiento con la comunidad. Este programa podría acompañar un plan de inserción laboral. Esto no solo podría mejorar el desempleo de la comunidad, sino que también estos individuos entenderán la importancia del servicio que se les presta (electricidad), tendrán sentido de pertenencia y tendrán los recursos financieros para pagar su cuenta de electricidad.